La educación pública (perteneciente o relativa a todo el pueblo como así define la RAE) En lo que respecta a los estudios universitarios, es ya en España algo del pasado y en referencia a los estudios obligatorios y de Bachillerato un regreso al pasado.
Nuestra gran educación pública, esa creación de la izquierda, no parece formar parte de los planes del gobierno de Rajoy, quien el pasado 21 de Abril nos sorprendió con esta serie de "medidas" entre otras muchas:
- Mayor número de alumnos por aula.
- Bajas del profesorado inferiores a 10 días serán cubiertas por el propio centro.
Se elimina la oferta de al menos dos modalidades de Bachillerato en cada centro docente.- Los ciclos formativos de grado medio y superior cuya implantación estaba prevista para el curso 2012/2013 se pospone para el curso 2014/2015.
- Reducción del mapa universitario así como de la oferta de titulaciones universitarias.
- Reducción de becas y aumento de los requisitos para acceder a las mismas.
- Subida de las tasas de las universidades públicas ("se fijan umbrales en los precios públicos para aproximar gradualmente su cuantía a los costes de
prestación del servicio..." " Se trata, en definitiva, de introducir importantes elementos de racionalidad y eficiencia en el sistema educativo, que redundarán en una mejor prestación de este servicio público indispensable...")
¿Introducir elementos de racionalidad y servicio público indispensable en la misma frase? ¿A estos tijeretazos llaman ustedes elementos de racionalidad? ¿Dónde ve usted en estas medidas aplicada la razón señor Rajoy? Desde luego que nosotr@s por más que las leemos y releemos no vemos ni una pizca de sentido común en ellas.
Pero esto no queda aquí; todo esto lo han hecho sin contar con el derecho del alumnado (artículo 27.7 de la constitución) a intervenir en el control y gestión de las instituciones del sistema educativo financiadas con fondos públicos y sin la participación de los sectores afectados en la programación general de la enseñanza (artículo 27.5 de la constitución). Además de desprestigiar la comunidad universitaria aportando tasas del 30% de abandono, datos no objetivos pues no tienen en cuenta el cambio de titulación y por si todo esto no fuera suficiente, se atreven a decirnos:
"Las medidas que se adoptan en este real decreto-ley resultan imprescindibles para cumplir con la senda de consolidación fiscal fijada..." y que respetan el artículo 27 de la constitución, el cual cita en su primer punto: TODOS tienen derecho a la educación y en su quinto punto: Los poderes públicos garantizan el derecho a la educación.
No nos hablen de medidas necesarias ¡por favor! no nos diga en estos momentos en los que muchísimas familias españolas se encuentras asfixiadas por la crisis económica que es necesaria esta exagerada subida de las tasas universitarias, impagable por la mayoría de trabajadores/as (no hablemos ya de parados).
No nos cuenten que respetan el derecho de TOD@S a la educación cuando gracias a las denominadas "medidas" por el gobierno popular muchos de l@s estudiantes no podrán acceder a unos estudios universitarios o tendrán que abandonarlos al no poder pagarlos.
No nos diga que garantizan el derecho a la educación cuando están destruyendo nuestro sistema de enseñanza pública y de calidad, permitiendo el acceso al mismo de tan sólo quien pueda costearlo ¿pero en que año viven señor Rajoy? Ya ha llovido ¡gracias a dios! desde aquellos tiempos en los que sólo podían estudiar los ricos, no pretenda que le acompañemos en su viaje en el tiempo como si nada ocurriera, no crea que nos vamos a callar, nos ha costado mucho llegar a donde estamos y no vamos a permitir que nada ni nadie pisotee nuestros derechos.
Desde el Psoe noriego expresamos nuestro rechazo a la desmesurada subida de las tasas universitarias y pérdida de calidad de nuestra enseñanza, compartimos el fomento de la formación universitaria como solución más efectiva para combatir la situación económica actual. Esta agresión a nuestros derechos no puede quedar sin respuesta.
La educación universitaria es una inversión ¡nunca un gasto!
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