Un 2 de mayo de 1879, en la taberna madrileña Casa Labra, convocados por Pablo Iglesias,
se reunieron una veintena de trabajadores, intelectuales y obreros (con
amplia presencia de tipógrafos), para analizar la situación de la clase
trabajadora y constituir el Partido Socialista Obrero Español.
Los que nos sentimos socialistas estamos, por tanto, de cumpleaños. Y cuando uno celebra su cumpleaños lo que tiene que hacer, necesariamente, es echar la vista atrás, analizar qué ha sido su vida y cuál es su futuro.
Los primeros años de nuestro Partido fueron muy difíciles. Largo tiempo ocultos en la clandestinidad. En 1888 se fundaba el sindicato hermano, la UGT. En 1891 fueron elegidos los primeros concejales socialistas de España (el primer alcalde saldría elegido en 1917). En 1903 se fundaron, por Tomás Meabe, las Juventudes Socialistas de España (organización que hoy dirige el asturiano Nino Torre). Y ya en 1910, formando parte de la conjunción republicano-socialista, Pablo Iglesias se convirtió en el primer diputado socialista.
Luego llegó, tras el período de crecimiento del partido durante la Restauración, la dictadura de Primo de Rivera para, el 14 de abril de 1931, tras la proclamación de la República, desempeñar el PSOE un papel fundamental, de soporte del régimen republicano, siendo en distintas ocasiones el partido político que más representantes tuvo en las Cortes Republicanas -Julián Besteiro sería Presidente de las Cortes entre 1931 y 1933-. Durante ese tiempo, el PSOE formó parte de los gobiernos progresistas de la República, aportando distintos Ministros -como Indalecio Prieto o Fernando de los Ríos- y entre 1937 y 1939, ya en plena guerra civil, dos socialistas desempeñarían la Presidencia del Gobierno (Francisco Largo Caballero y Juan Negrín).
El fin de la guerra civil y el comienzo de la dictadura franquista supuso, para el PSOE, una etapa muy difícil: cientos de miles de socialistas sufrieron cárcel, represión, exilio o, lo peor de todo, muerte, a manos del aparato represor del franquismo. El PSOE, no obstante, sobrevivió a todo ello. Los socialistas mantuvieron sus ideas y el partido -y el sindicato hermano, UGT- tanto en el interior, luchando por la Libertad desde la clandestinidad como desde el exterior, dónde se reconstruyeron sus estructuras políticas, salió adelante.
1974 es, para el PSOE, un año histórico. Ese año se celebra el importante congreso de Suresnes dónde los delegados -entre ellos los lavianeses Pablo García y Rubén Suárez- eligieron como máximo dirigente a un joven andaluz, Felipe González. Fueron años de transformación. Cambió el PSOE al mismo tiempo que cambiaba también España. Todo se acelera tras la muerte del tirano en 1975 y, sobre todo, tras la designación de Adolfo Suárez como Presidente que abre el diálogo con los partidos hasta entonces prohibidos -entre ellos el PSOE-. Por fin, el 15 de junio de 1977, se celebran las primeras elecciones libres tras más de cuarenta años. El PSOE se convierte el segunda fuerza con el 30 por ciento de los votos.
El resto de la historia ya nos es más conocida. Desde 1982 hasta 1996 el PSOE, de la mano de Felipe González -y con la fundamental colaboración en lo orgánico de Alfonso Guerra- gobernó y transformó España. Desde 1996 hasta el 2004 el PSOE estuvo en la oposición para, ese año, ser elegido Presidente del Gobierno el joven dirigente José Luis Rodríguez Zapatero. En el 2011 los socialistas perdimos las elecciones generales asumiendo el papel que nos dieron los españoles: ser la principal fuerza de la oposición...
Este es un breve resumen de nuestra Historia. Y la historia, continúa. Nuevos problemas, nuevos retos, que hacen necesario que los hombres y mujeres que integramos la familia socialista sigamos liderando las respuestas sociales, sigamos trabajando para articular una Democracia avanzada, para defender el Estado del bienestar... Corren malos tiempos para la Política. El PSOE ha vivido tiempos mucho peores. Ahora, más que nunca, los nietos de Pablo Iglesias tenemos el deber y la obligación de defender a los más debiles.
Dar voz a los que no tienen voz.
Los que nos sentimos socialistas estamos, por tanto, de cumpleaños. Y cuando uno celebra su cumpleaños lo que tiene que hacer, necesariamente, es echar la vista atrás, analizar qué ha sido su vida y cuál es su futuro.
Los primeros años de nuestro Partido fueron muy difíciles. Largo tiempo ocultos en la clandestinidad. En 1888 se fundaba el sindicato hermano, la UGT. En 1891 fueron elegidos los primeros concejales socialistas de España (el primer alcalde saldría elegido en 1917). En 1903 se fundaron, por Tomás Meabe, las Juventudes Socialistas de España (organización que hoy dirige el asturiano Nino Torre). Y ya en 1910, formando parte de la conjunción republicano-socialista, Pablo Iglesias se convirtió en el primer diputado socialista.
Luego llegó, tras el período de crecimiento del partido durante la Restauración, la dictadura de Primo de Rivera para, el 14 de abril de 1931, tras la proclamación de la República, desempeñar el PSOE un papel fundamental, de soporte del régimen republicano, siendo en distintas ocasiones el partido político que más representantes tuvo en las Cortes Republicanas -Julián Besteiro sería Presidente de las Cortes entre 1931 y 1933-. Durante ese tiempo, el PSOE formó parte de los gobiernos progresistas de la República, aportando distintos Ministros -como Indalecio Prieto o Fernando de los Ríos- y entre 1937 y 1939, ya en plena guerra civil, dos socialistas desempeñarían la Presidencia del Gobierno (Francisco Largo Caballero y Juan Negrín).
El fin de la guerra civil y el comienzo de la dictadura franquista supuso, para el PSOE, una etapa muy difícil: cientos de miles de socialistas sufrieron cárcel, represión, exilio o, lo peor de todo, muerte, a manos del aparato represor del franquismo. El PSOE, no obstante, sobrevivió a todo ello. Los socialistas mantuvieron sus ideas y el partido -y el sindicato hermano, UGT- tanto en el interior, luchando por la Libertad desde la clandestinidad como desde el exterior, dónde se reconstruyeron sus estructuras políticas, salió adelante.
1974 es, para el PSOE, un año histórico. Ese año se celebra el importante congreso de Suresnes dónde los delegados -entre ellos los lavianeses Pablo García y Rubén Suárez- eligieron como máximo dirigente a un joven andaluz, Felipe González. Fueron años de transformación. Cambió el PSOE al mismo tiempo que cambiaba también España. Todo se acelera tras la muerte del tirano en 1975 y, sobre todo, tras la designación de Adolfo Suárez como Presidente que abre el diálogo con los partidos hasta entonces prohibidos -entre ellos el PSOE-. Por fin, el 15 de junio de 1977, se celebran las primeras elecciones libres tras más de cuarenta años. El PSOE se convierte el segunda fuerza con el 30 por ciento de los votos.
El resto de la historia ya nos es más conocida. Desde 1982 hasta 1996 el PSOE, de la mano de Felipe González -y con la fundamental colaboración en lo orgánico de Alfonso Guerra- gobernó y transformó España. Desde 1996 hasta el 2004 el PSOE estuvo en la oposición para, ese año, ser elegido Presidente del Gobierno el joven dirigente José Luis Rodríguez Zapatero. En el 2011 los socialistas perdimos las elecciones generales asumiendo el papel que nos dieron los españoles: ser la principal fuerza de la oposición...
Este es un breve resumen de nuestra Historia. Y la historia, continúa. Nuevos problemas, nuevos retos, que hacen necesario que los hombres y mujeres que integramos la familia socialista sigamos liderando las respuestas sociales, sigamos trabajando para articular una Democracia avanzada, para defender el Estado del bienestar... Corren malos tiempos para la Política. El PSOE ha vivido tiempos mucho peores. Ahora, más que nunca, los nietos de Pablo Iglesias tenemos el deber y la obligación de defender a los más debiles.
Dar voz a los que no tienen voz.
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