María Dolores de Cospedal está desmontando todos los
mecanismos democráticos de control a su gobierno. La crisis es la
excusa perfecta para eliminar todos los testigos molestos y tener manos
libres para actuar a su antojo como un monarca absolutista. La
presidenta de Castilla-La Mancha ha cerrado el Defensor del Pueblo y el
Consejo Económico y Social y ahora suprime los sueldos de los diputados
para quitarse de encima a la oposición, siempre incómoda para
gobernantes con un deficitario talante democrático.
Con esta medida, sin lugar a dudas, achica la democracia. Se
dificulta desde una visión clasista de la sociedad el acceso a los
trabajadores a la asamblea legislativa (se quedará como coto privado
para personas con fortuna o empresas), se sortea el régimen de
incompatibilidades (se podrá compatibilizar el escaño con sueldos
privados al margen o con actividades profesionales que pueden hipotecar
la independencia de los parlamentarios) y puede ser una forma de evadir
impuestos (si se va a pagar a los diputados lo mismo que se gana con un
sueldo en concepto de dietas que no se tributan a Hacienda).
Todo un despropósito cuando lo que realmente se ahorra es nimio y se
toma una senda demagógica, populista y antidemocrática. Se recorta en
democracia y se despilfarra en enchufismo. En los presupuestos de
Cospedal para 2013, figuran 67 millones de euros destinados al sueldo de
cargos nombrados a dedo. Se va a gastar 66 vece más en pagar a sus
cargos de confianza que lo que se ahorra quitándole el sueldo a los
parlamentarios. No es una exageración: se puede comprobar en las páginas
16 y 99 del tomo I del proyecto de ley de presupuestos. Muchos de sus
compañeros del PP no le siguen la estela (Monago en Extremadura o Feijóo en Galicia, por ejemplo). Esta filigrana elitista sólo encuentra el aplauso del sector neocon, esto es, del Tea Party que patrocina Aznar desde la FAES.
Barra libre para los suyos y severo tijeretazo a los servicios
públicos, que son de todos. En Castilla- La Mancha, la educación cuenta
con 130 millones menos y la sanidad con 154 menos para el próximo
ejercicio. Desde que llegó al cargo en junio de 2011, la motosierra de
Cospedal ha hecho estragos: 700 millones en educación y 1.600 menos en
sanidad. El hacha de Cospedal siempre golpea en el mismo sitio: en el
árbol del estado del bienestar.
Miguel Ángel Vázquez
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