viernes, 13 de julio de 2012

MALAS FORMAS






Dice Andrea Fabra, hija  de ilustre y esposa de pijopepero, que se refería a l@s diputa@s socialistas.
 
Vale, será que se han subtitulado mal unas imágenes donde dice claramente: -¡muy bien, muy bien que se jodan!-,  verbalizando el deseo de que a l@s socialistas les toque una larga fila de paro no retribuido.

Se cree esta señora que además de sordos somos idiotas y  aquello de “me han interpretado mal” no cuela en las circunstancias actuales.

Lamentablemente su familia no tendrá nunca que cobrar la prestación por desempleo porque su padre tiene la fantástica virtud de que le toca la lotería con una frecuencia inusual.

Por otro lado los diputados conservadores jaleaban, aplaudían a rabiar, blandían amplias sonrisas, no disimulaban su satisfacción con el catálogo de dolorosos recortes que desgranaba su jefe casi sin darle transcendencia.






El plan de ajuste de Mariano Rajoy es un mazazo a los de siempre. Los 65.000 millones que necesitan los bancos para sanearse se traducen en unos recortes brutales por el mismo importe en políticas públicas que las pagaremos los de siempre. Con el sacrificio de parados, pensionistas, empleados públicos y trabajadores en general se socorre a unos bancos que se han hartado de ganar de dinero y que han gestionado calamitosamente cegados por la avaricia. Estos gestores financieros de pacotilla se irán de rositas y la inmensa mayoría de los ciudadanos sufragaremos sus despropósitos con menos sueldo, menos derechos y menos servicios públicos. Es normal que la gente se encienda ante tanta injusticia e inequidad en el reparto de los esfuerzos. La cagan los bancos y lo sufrimos todos. Cuando tienen beneficios, no se acuerdan de nadie.

Si el fondo es brutal, la puesta en escena de esta agresión a la ciudadanía por parte de la bancada del Partido Popular fue cruel.Se produjeron momentos bochornosos en los que la algarabía de los peperos producía sonrojo. Especialmente cuando el presidente del Gobierno explicó el tijeretazo a los parados, las palmas echaban humo y los vítores se colaban por los micrófonos de ambiente. Una eclosión de sadismo cuando se golpeaba a los que más están sufriendo la crisis, los hombres y las mujeres que están sin empleo.

La foto que ilustra este post ha corrido como la pólvora por Twitter. No hace falta irse tan lejos: los parlamentarios socialistas acogieron con pesar y un mutismo absoluto el recorte anunciado por Zapatero en mayo de 2010, siendo éste de mucha menor cuantía y gravedad. Las comparaciones son odiosas, pero necesarias. ¿Cómo se puede expresar júbilo ante la constatación de nuevas calamidades para la ciudadanía? No se puede brindar con champán por las desgracias ajenas, salvo que se tengan malos interiores o se haya perdido la decencia. Uno espera de sus congéneres, por muy de derechas que sean, un mínimo de empatía con la angustia de los demás. Lo dice además su catecismo.


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