lunes, 17 de septiembre de 2012

SE VA ESPERANZA AGUIRRE


Su dimisión ha sido toda una sorpresa en los ambientes políticos. Un anuncio que ha cogido a propios y a extraños con el pie cambiado por mucho que en los mentideros madrileños hace unos meses empezaran a circular rumores de relevo. Nadie esperaba su despedida de la vida pública. Y nadie como ella sabe administrar los tiempos y la comunicación. No me cuadra esta apresurada y poco argumentada salida, hace apenas seis días se la vio en plena forma, Aguirre en estado puro, en el debate sobre el estado de la comunidad de Madrid.

No parece obedecer a problemas de salud: según sus propias palabras, el cáncer está “presuntamente curado”. Pensando mal, quizá el tiempo me quite la razón… o no, veo mucho tacticismo en el repliegue de la lideresa. Vienen malos tiempos para la gestión pública, con un rescate de España a la vuelta de la esquina y más recortes con los que se aumentará el sufrimiento de la población, y nada mejor que esperar en los cuarteles de invierno a que empiecen a rodar cabezas en las filas de su partido y reaparecer como la gran esperanza de la derecha patria para recomponer el desaguisado. Las encuestas confirman el desgaste acumulado por el PP en un tiempo récord.

La retirada se produce justo cuando la tensión entre el sector más extremista del PP y el entorno del presidente del Gobierno había adquirido una elevada temperatura a cuenta de la excarcelación del etarra Bolinaga, enfermo en estado terminal por mor precisamente de un tumor. Como no comparte la línea marcada por Rajoy, ni en éste ni en la mayoría de los asuntos, ha dado un paso atrás hasta que, como indica el dicho popular, vea el cadáver su enemigo (político) pasar por delante de su puerta. Entonces, probablemente volverá en loor de multitud, aclamada por una derecha huérfana de tanto podar el bienestar de la gente. Sólo es cuestión de aguardar el devenir de los acontecimientos.

Miguel Ángel Vázquez

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